La rivalidad más larga en la historia de la UFC ha llegado a su fin. Con cuatro peleas válidas por el cinturón de peso mosca (125 lb), Deiveson Figueiredo y Brandon Moreno protagonizaron el evento coestelar del UFC 283, evento realizado en Río de Janeiro, el sábado pasado (21). Al término de la disputa, el público cuestionó la interrupción médica que decretó la victoria del atleta mexicano y arrojó tragos a su salida de la arena.
El descontento del público no estuvo motivado solo por la derrota del deportista dueño de la casa. En el tercer asalto, Moreno conectó un centro de izquierda y, en la secuencia, empujó la cabeza de Deiveson con su mano derecha. El brasileño se quejó de un posible dedo en el ojo, que podría acabar en castigo para su rival. No se hizo nada y el combate continuó con normalidad.
“Fue una locura. Esta experiencia se quedará en mi mente para siempre. No esperaba eso para ser honesto. Tal vez esperaba un poco más de amor”, declaró Moreno durante la rueda de prensa realizada poco después del final del evento.
Escoltado por seguridad tras el anuncio oficial del resultado, Moreno dejó el cinturón en la jaula para que su salida del ruedo fuera más ágil. La escena incluso se viralizó en las redes sociales y muestra el momento en que le lanzan unos tragos al mexicano.
“Creo que están un poco confundidos. Creen que le di un pinchazo en el ojo, pero fue un corte limpio y le cerró el ojo. Pero son apasionados, estoy feliz por la victoria y tengo mucho respeto por la afición brasileña. Me encanta cómo respetan tanto a los luchadores de MMA”, concluyó, suavizando la polémica.
Con 29 años y dueño de un récord de 21 victorias y 6 derrotas, Moreno ganó el título de peso mosca por segunda vez en su carrera. Único campeón mexicano en la historia, el atleta volvió a hacer historia y, según todos los indicios, debe tener por delante a Alexandre Pantoja. El brasileño es el único deportista que le ha ganado dos veces.
