La salud mental es un tema de extrema importancia y cada vez más extendido en todo el mundo. Incluso los atletas de alto rendimiento no están libres de problemas de esta naturaleza. El expeleador de la UFC Uriah Hall admitió que entró en una depresión luego de dejar la organización y anunciar su retiro de las MMA. El mediano estadounidense (185 lb) incluso reveló que, en un momento, pensó en quitarse la vida.
Durante una conferencia de prensa para dar a conocer su combate de boxeo el sábado (29), Hall destacó que, después de interrumpir el único papel que había desempeñado en las últimas décadas, su rutina perdió sentido y eso lo llevó a un estado depresivo. Sin embargo, según el luchador, el apoyo de personas cercanas a él fue crucial para superar este obstáculo en su vida personal.
“Estaba en un lugar extraño. Después de dejar las MMA, caí en un hoyo profundo. Caí en depresión. Muchos atletas, cuando haces algo por tanto tiempo, te identificas con eso, ¿sabes? ¿Eres un jugador de fútbol o un luchador? La gente no se da cuenta de que cuando se jubila, dice: ‘Espera un minuto, ¿hay algo más que pueda hacer?’ Pasé los últimos 20 años de mi vida entregándome a una cosa y de la nada se fue, me la quitaron. Así que está bastante oscuro, pero afortunadamente para mí, tenía a las personas adecuadas que me ayudaron», admitió.
“Cuando digo que me deprimí, en un momento hasta miré mi arma de fuego. Y pensé: ‘Espera un minuto, podría cruzar un camino bastante oscuro si no me deshago de esto’. Y la gente no habla de esa m****. La depresión es real, y si no tienes el apoyo que necesita, no saldrás de ella. Si miras a Robin Williams y esos tipos, piensas: ‘¿Por qué diablos te suicidaste?’ Yo entiendo. Como, en ese momento, finalmente entendí esta mierda. Me senté en mi sofá durante toda una semana sin saber qué hacer”, reveló.
Uriah Hall entra en acción este sábado para enfrentar a la exestrella de la NFL Le’Veon Bell en un combate de boxeo. El enfrentamiento servirá como evento coestelar del evento que estará encabezado por el ansiado duelo entre Anderson Silva y Jake Paul, también bajo las reglas del arte noble, con sede en Arizona (EE.UU.).