Francis Ngannou protagonizó el UFC 270, ignoró las discusiones por las que atraviesa en términos profesionales y salió victorioso del octágono. En la cartelera realizada el pasado sábado (22), en California (EE.UU.), el campeón del peso pesado de la organización superó a Ciryl Gane y conmocionó a parte de la comunidad de las MMA con la estrategia utilizada. Tanto es así que Dana White, líder de la organización, se rindió ante el luchador.
Ngannou y Gane se dieron a conocer en las MMA por el alto nivel que tienen en la lucha de pie y el duelo tuvo sus momentos destacados, pero todo cambió a partir del tercer round. El campeón del peso pesado de la UFC se dio cuenta de que el retador al título no ofreció resistencia y cambió su postura por una más pragmática en el octágono, aún con las rodillas lesionadas. Por ello, Dana destacó su evolución en la disciplina, inteligencia y adaptabilidad en pleno combate.
“Durante la pelea, me sorprendió mucho. Después de la pelea, quiero decir, fue genial. Fue genial para él trabajar en su lucha libre. Les aseguro que no sé esto a ciencia cierta, pero les aseguro que Gane casi no luchó en preparación para esta pelea. Entrar e implementar el plan de juego que tenía fue brillante”, felicitó White, en una entrevista con la cadena estadounidense ‘ESPN’.
A pesar de los elogios de Dana White, Francis Ngannou tiene un futuro incierto en las MMA. Como la pelea contra Ciryl Gane fue la última en su contrato con la organización, el campeón del peso pesado de la UFC ya dejó claro su interés de migrar al boxeo, en busca de cumplir su sueño de actuar en el ring y ser mejor pagado por sus actuaciones en los deportes de combate.