El momento actual del peso pesado de la UFC es uno de los mejores en mucho tiempo. En lo más alto están Francis Ngannou, número uno de la división, Ciryl Gane, campeón interino, temidos representantes de la nueva generación de la división, y aún queda la posibilidad de que Jon Jones se una al selecto grupo, ya que su debut está previsto para el 2022, temporada donde Daniel Cormier está ansioso por comprobar la actuación de su ex rival.
En su programa ‘DC & RC’, en ‘ESPN’, el veterano, ex campeón y actual comentarista, que elogió a Jones anteriormente, reforzó que ‘Bones’ lo tiene todo para repetir el éxito que conquistó en los semicompletos (205 lbs) también en peso pesado.
En pre y post UFC 265, un evento en el que Gane ganó el cinturón interino de peso pesado, Cormier lo clasificó como un atleta poco común en la categoría debido a su coeficiente intelectual de pelea, atletismo y enfatizó que el francés difícilmente será derrotado. Sin embargo, el veterano indicó que Jones es uno de los pocos luchadores que puede llevarse invicto a ‘Bon Gamin’ en MMA debido a su experiencia y versatilidad.
“Jones es el tipo que presenta más problemas para Gane. ¿Por qué? Jones luchó en el peso semicompleto. Jon Jones tiene la habilidad de un chico más pequeño y ha visto atletas antes. Me ganó dos veces y soy deportista. Vio la velocidad, el movimiento, los ángulos. Ha tenido que lidiar con un tipo así antes. Ahora, ¿puede manejar esto en una categoría de peso superior? No sé. Pero, realmente creo que Jones es uno de los tipos que pueden causarle problemas a Gane. No sé quién le gana. Ngannou tiene las manos ocupadas”, declaró ‘DC’.
El momento de Jon Jones en la UFC no es bueno y su futuro en la organización es incierto. Después de anunciar que subiría al peso pesado, ‘Bones’ se centró en su preparación y visiblemente su cuerpo cambió. Por lo tanto, el regreso del luchador al peso semicompleto, categoría que dominó, es inviable.
Con este escenario, para permanecer en la división actual y enfrentar a los grandes nombres en la búsqueda del título, el estadounidense tendrá que aceptar la cantidad que Dana White esté dispuesto a pagar o convencer al presidente para que valore su pase, algo que parece improbable.