La derrota de Conor McGregor en la revancha ante Dustin Poirier que tuvo lugar el pasado 23 de enero, en Abu Dabi (EAU), aún no ha dejado de impactar en la imaginación de los amantes de las MMA, ni en la del irlandés. En la pelea principal del UFC 257, el ex campeón peso pluma y ligero de la organización fue noqueado en el segundo round por el rival al que ya había vencido en el pasado. Resignado, ‘Notorious’ hizo una sorprendente revelación en sus redes sociales.
McGregor admitió que merecía perder por no tomarse a Poirier en serio y explicó que su enfoque antes del combate era el hipotético duelo de boxeo contra el ex campeón mundial Manny Pacquiao. De hecho, el luchador nunca ocultó su deseo de llevar a cabo otra aventura en el ring e incluso contempló el choque para el presente año.
«Estoy en el camino correcto. A pesar de la pérdida, estoy en el camino correcto de evolución. Reflexiones sobre la pelea: Me gustó acumular un poco más de tiempo dentro del famoso octágono de UFC. 40 segundos en tres años fue todo lo que tuve para esta pelea. Saboreaba cada segundo y disfrutaba de mi trabajo. Un poco disciplinado en mi enfoque y postura, especialmente en el boxeo. Eso es lo que obtengo por elegir esta pelea y oponente como calentamiento para un combate de boxeo contra Pacquiao. Merecía que me patearan las piernas con ese pensamiento. Este no es un juego para jugar”, escribió en la publicación hecha en Instagram.
Antes de sucumbir en el octágono, la actuación de McGregor estaba siendo satisfactoria. En el primer asalto, el ex campeón mostró su habitual facilidad para golpear y asestó buenas conexiones a Poirier. Sin embargo, desde el momento en que el estadounidense disparó a la pierna del oponente con sus patadas, el curso del careo cambió y la estrategia fue decisiva. Así, el europeo fue noqueado por primera vez en su carrera, pero no se conmovió ni se apartó de los méritos de su oponente. Aunque el segundo enfrentamiento es reciente, como la rivalidad está empatada, ambos luchadores hablan abiertamente sobre una inevitable trilogía.
“Mis golpes eran nítidos y tenía el control total. Aunque los ataques de piernas se han acumulado en mí a lo largo del curso. Me arrojaron un total de 18, y el último me dobló la pierna por completo. El nervio peroneo está comprometido. ¡Fascinante! Fue la primera vez que experimenté esto. Luego hubo una tremenda ola de ataques de mi oponente. ¡Quítate el sombrero! Fue una muy buena pelea por parte de Poirier. Es uno por uno y ahora tenemos una trilogía. ¡Emocionante! No es una trilogía que esperaba, ni la pregunta táctica que esperaba, pero mentiría si dijera que no se supone que suceda. ¡Así es como estaba destinado a ser!”, concluyó McGregor.
Conor McGregor, de 32 años de edad, es el principal nombre de la UFC y tiene una legión de fanáticos en el deporte. El irlandés llegó a la organización en 2013, se convirtió en un fenómeno y ganó el cinturón peso pluma y ligero. Sus victorias más notables fueron contra Chad Mendes, Donald Cerrone, Dustin Poirier, Eddie Alvarez, José Aldo, Max Holloway y Nate Diaz. Actualmente, ocupa la sexta posición del ranking del peso ligero.
