Después de meses de estudio para crear una zona de seguridad en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), la UFC hizo del país del Medio Oriente su hogar para recibir a los atletas que no podían ingresar a Estados Unidos debido a las restricciones impuestas por la pandemia de la COVID-19. Este viernes (22), sin embargo, un caso de irresponsabilidad culminó con el despido de uno de los luchadores seleccionados para la cartelera de este sábado.
El alemán de ascendencia marroquí Ottman Azaitar formó parte de un esquema que, mediante la reutilización de brazaletes entregados solo a deportistas y equipos que aprobaron los exámenes de la COVID-19, permitió que un intruso ingresara al hotel de los deportistas. De esta manera, se rompió la ‘burbuja’ de seguridad, poniendo en riesgo a todos los presentes.
“Él y su equipo cortaron las pulseras, se las dieron a alguien que estaba fuera de la ‘burbuja’. Ni siquiera sé cómo lo hicieron. Este tío las metió, entró aquí con una maleta, entró en una habitación, saltó cuatro balcones y entró en la habitación de Omar, dejó la maleta y se cambió de ropa. Luego se fue”, narró Dana White en conversación con el canal británico ‘BTS Sports’.
Visiblemente molesto con la actitud del deportista, el presidente del evento no tardó en confirmar, en la misma entrevista, que el peso ligero (155 lb) fue destituido de la organización y vetado para actuar incluso para el pesaje del espectáculo.
“Cuando el guardia de seguridad intentó detenerlo, no se detuvo. Pero sí, está fuera. Ya no es un luchador de la UFC y no peleará este sábado”, concluyó Dana White.
Nombrado para enfrentar a Azaitar en UFC 257, Matt Frevola ahora se enfrentará a Arman Tsarukyan. El cambio de último minuto fue posible porque Nasrat Haqparas, el oponente original del atleta ruso, enfrentó problemas con su corte de peso y fue retirado del evento.
