El combate principal del UFC 256, evento que se realiza este sábado (12), en Las Vegas (EE.UU.), coloca a Deiveson Figueiredo y Brandon Moreno frente a frente, en un duelo válido por el cinturón mosca de la organización (125 lb). El brasileño, que apareció por última vez en el UFC 255, disputado en noviembre, hizo historia al regresar al octágono solo 21 días después de hacer su primera defensa del título en la categoría, algo nunca antes visto en la historia de la compañía.
En conversación con el reportaje de Ag Fight durante el día virtual mediático del espectáculo, Figueiredo analizó la pelea contra el mexicano y trató de confundir al oponente apostando que ganará por nocaut o sumisión. El brasileño también contó lo que hizo Moreno que lo enfureció tanto en la pre-pelea y volvió a manifestar su interés en realizar una súper pelea de peso gallo (135 lb) en el futuro, ya que una de sus misiones es ser el doble campeón de la organización.
“Hice un campamento muy inteligente para defender el cinturón. No me lo tomé muy mal, solo hice la parte técnica. Estoy feliz. Soy muy estratégico, estudié el juego de Moreno y voy a noquear en la primera vuelta. Intentará intercambiar golpes conmigo, lo dejaré y terminaré. Moreno pidió la pelea incluso antes que Benavidez y eso me incomodaba. Ahora es el momento para él. Si cree que gana, si cree que me va a quitar todo, lo veremos en el octágono. Puede estar seguro de que lo que tengo en la cabeza es noquearlo. Estoy aquí para hacer historia. Si depende de mí, dominaré a las moscas durante mucho tiempo, pero no descarto la posibilidad de subir y hacer una súper pelea. Quiero tener dos cinturones y tener una gran historia”, decretó.
Deiveson Figueiredo tiene a Henry Cejudo como uno de sus mayores rivales, sin embargo la trayectoria del estadounidense en la UFC parece complacerlo. Luego de ganar el cinturón de peso mosca, el norteamericano lo defendió una vez, subió al peso gallo, se convirtió en doble campeón y anunció su retiro luego de defender el título de la nueva división. No se sabe cuándo Deiveson, de hecho, cambiará de mosca a gallo, pero como el tema es común en sus discursos, el cambio puede estar más cerca de lo imaginado.