En el mundo del deporte es habitual que la pasión por una disciplina se transmita de generación en generación. Esa realidad estuvo presente en la vida del luchador de la UFC Luigi Vendramini. Cuando tenía 12 años de edad, comenzó a entrenar bajo la influencia de su padre, quien es cinturón negro en jiu-jitsu, primero como un juego para luego convertirlo en su profesión. Luego de solo un año y medio de carrera logró firmar un contrato con la UFC y este sábado (3), volverá al octágono para enfrentarse a Jessin Ayari, en la ‘Isla de la Lucha’, en Abu Dabi (EAU).
Después de sufrir dos lesiones en la rodilla que culminaron en cirugía, el luchador estuvo dos años sin competir. Ahora, frente a un rival que no pelea desde 2018 y viene de dos derrotas seguidas, el brasileño reveló en una entrevista exclusiva al reportaje de Ag. Fight que está ansioso por su propia actuación.
“No me gusta dejarlo a la decisión del juez, tanto que todas las victorias que tuve fueron por nocaut o por sumisión, y esta vez no quiero que sea diferente. Lo voy a poner a prueba, veré qué puede manejar y quiero terminar rápido. Quien sea mejor, ganará y sabe aprovechar las oportunidades. Creo que tiene todo para ser la mejor pelea de la noche”, analizó, antes de revelar su sumisión favorita: el triángulo de manos.
Luigi nació y se crio en Brasil pero tiene triple nacionalidad, ya que su padre es italiano y su madre es suiza. Para representar sus orígenes, el atleta pelea por Brasil e Italia cuando ingresa al octágono, pero destaca que está alentando la victoria de otros atletas brasileños, como Carlos ‘Boi’, quien también pelea este sábado.
“Haré lo mejor que pueda, quiero llevar esta victoria a Brasil y quiero que el ‘Boi’ nos traiga el 100% de éxito ese día. Con fe llevaremos y daremos un poco de alegría a Brasil, que está necesitado”, concluyó el deportista.
