Luego de ocho años en las MMA profesional, Paige VanZant ahora se aventurará en el boxeo sin guantes. La estadounidense, quien en julio de este año fue presentada por Amanda Ribas en el UFC 251, decidió cambiar de aires y firmó contrato con Bare Knuckle FC. El debut de la luchadora será el próximo 14 de noviembre, aunque todavía no hay confirmación del nombre de su rival.
Para hacer un buen debut en el nuevo deporte, VanZant entrena bajo la atenta mirada de Gabriel de Oliveira, hijo del medallista de bronce olímpico de 1968, Servilio de Oliveira, y uno de los mejores entrenadores de boxeo del equipo ‘American Top Team’. Por eso, en una entrevista exclusiva al reportaje de Ag. Fight, el brasileño reveló cuál fue la primera impresión que tuvo del deportista.
“Le interesa aprender, escuchar lo que decimos hacer. Creo que tendrá éxito y no será una cara más bonita. No es una boxeadora profesional, pero tampoco una bestia. Tiene una buena línea de juego, movimiento, sabe usar las manos. Solo necesitamos hacer ajustes para llegar al punto del boxeo”, detalló Gabriel.
Después de meses de trabajo en progreso, Gabriel destacó el crecimiento de VanZant. Con contacto diario y asistiendo de cerca sus actividades para mejorar la parte de pie del estadounidense, el entrenador justificó uno de los factores que observó para creer que la ex UFC puede sobresalir en esta nueva etapa.
“También ha trabajado con Katel Kulbis y ‘Macarrão’. Aunque son de muay thai, tienen una base sólida en el boxeo y ayudaron en el campamento de (Thiago) ‘Pitbull’ para su debut en Bare Knuckle también. El trabajo es muy bueno y llegará bien preparada. Tiene corazón y coraje, y eso es importante para este tipo de lucha. Cuando recibas el primer puñetazo en la cara no vas a correr”, concluyó el técnico.
A la edad de 26 años, VanZant acumula cartel como luchadora profesional de MMA de ocho victorias y cinco derrotas. En la UFC, la atleta ganó cinco de sus nueve actuaciones en jaula. En julio de este año, luego de ser presentada por Amanda Ribas, la luchadora prefirió negociar con otras organizaciones y abandonó el torneo de lucha más grande del mundo.
