La pelea estelar de la noche de Las Vegas 10 y por demás histórica al subirse por primera vez una mujer afroamericana al octágono de UFC, Angela Hill quien se medía ante Michell Waterson en la categoría de peso paja (115 libras).
El combate reñido por demás terminó favoreciendo a Waterson por decisión dividida de los jueces en una pelea que pudo ser para cualquiera de las dos ante el intercambio de golpes y patadas que se propinaron.
En el primer asalto Hill le conectó un fuerte derechazo al rostro de Michelle que hizo temblar por completo el octágono como lo más resaltante de los primeros cinco minutos de la pelea donde ambas luchadoras se estudiaron y se midieron a la perfección.
El segundo round se tornó mucho más emocionante donde ambas combatientes intercambiaron golpes y patadas. Hill arrinconó a Waterson contra las rejas de la jaula, luego esta se liberó y le propinó una serie de golpes acertados pese a que falló en sus innumerables intentos de derribarla.
En el tercer round Waterson dominó a su rival con la lucha y la mantuvo en el piso mientras le propinaba puñetazos al cuerpo durante tres minutos del asalto, situación que hizo desesperar a Angela tratando de liberarse sin éxito alguno, propinó una patada al rostro de su rival a destiempo por lo que fue reprendida por el réferi.
Para el cuarto asalto Waterson logró acertar tres patadas al cuerpo de su rival que claramente hicieron el daño que buscaba y el cansancio comenzaba a afectar a ambas peleadoras. Pese al agotamiento ambas buscaron dar lo mejor de sí para el último round sabiendo que debían sumar puntos en las tarjetas para llevarse el combate por decisión de los árbitros y por ello intercambiaron golpes hasta literalmente el último segundo de la contienda que terminó llevándose Waterson en decisión dividida (47-48/49-46/48-47).
Waterson venía de perder dos decisiones seguidas contra las ex campeonas Joanna Jedrzejczyk y Carla Esparza, la última de las cuales fue una decisión discutible.