Acostumbrado a presentar golpes inusuales en sus peleas, Michel Pereira sumó una nueva arma a su arsenal el pasado sábado por la noche (5), cuando enfrentó a Zelim Imadaev, en la cartelera de UFC Las Vegas 9. El brasileño – que durante el cara a cara previo al evento fue abofeteado, aparentemente sin justificación, por el rival– insistió en devolver el gesto dentro del octágono e incluir el ataque con la mano abierta en el rostro del ruso, en momentos puntuales del combate.
Experto en los golpes plásticos, el ‘showman’ brasileño dominó ampliamente el duelo, apostando por un estilo de lucha menos acrobático y más eficiente, pero no menos emocionante. Al final del tercer asalto, después de una verdadera caminata, el Paraense se alzó con la victoria por sumisión, aplicando un estrangulamiento trasero desnudo. En una entrevista exclusiva con el informe de Ag.Fight poco después del enfrentamiento, Pereira admitió que estaba irritado por la actitud de Imadaev y enfatizó la importancia de devolverle «la misma moneda» para darle una lección al ruso.
“Sí (la bofetada en la cara del pesaje me irritó mucho). Les dije a todos mis amigos, les dije a mis entrenadores, que descartaría esa bofetada en la pelea. Y fui allí y lo saqué. Lo abofeteé varias veces, se lo merecía. Un tipo que no merece que seamos humildes con él, así que hice lo que hice en la pelea. Lo abofeteé varias veces, que es para que aprenda a no faltarle el respeto a los demás”, comentó Michel.
Además de vengarse del ruso y robarse el show en UFC Las Vegas con su actuación, Michel Pereira probablemente también garantizó su permanencia en la principal organización de MMA del planeta. La victoria en su última pelea del contrato, luego de sufrir dos derrotas consecutivas, debería hacer que la UFC negocie la renovación contractual del peso welter brasileño (77 kg).