Max Rohskopf defendió la postura de su entrenador – Diego Ribas / PxImages
El fin de semana pasado, Max Rohskopf fue lo más destacado de UFC Las Vegas, pero no de la forma en que le gustaría al luchador. El atleta se encontraba en una situación delicada, en la que pidió abandonar la pelea contra Austin Hubbard en el intervalo del segundo al tercer parcial y su entrenador trató de detenerlo. Pero a pesar de la insistencia de Robert Drysdale, el atleta no cambió su opinión y la victoria se le dio al oponente. Después de unos días, el atleta de 25 años rompió el silencio para defender a su equipo.
En una entrevista con el sitio web ‘MMA Fighting’, el luchador admitió que no era la primera vez que atravesaba una situación como la que vivió el sábado pasado (20). Según Max Rohskopf, se auto-sabotea su carrera psicológicamente en momentos de grandes decisiones, una característica que lo ha acompañado desde que comenzó a practicar deportes a un alto nivel, aún en la universidad.
“He hecho esto toda mi vida. Me boicoteé a mí mismo. Cuando estaba peleando en la escuela secundaria, era el mejor del estado y terminé en tercer lugar porque me boicoteé. Era uno de los mejores chicos del país en la universidad, nunca fui ‘All-American’ porque me decía a mí mismo, por alguna razón, que no lo merecía. Fue lo mismo que hice en mi pelea con Austin. Se puso dura, miré a mi entrenador y le dije: ‘No quiero estar más aquí’. No porque no quisiera estar allí, sino porque no creía que mereciera estar allí”, narró.
Rohskopf también defendió la postura de su entrenador, Robert Drysdale, quien después de ese episodio sufrió duras críticas e intentó poner paños calientes en esta controversia. El luchador elogió su relación con el cinturón negro en jiu-jitsu porque abrió las puertas de su casa y gimnasio para poder practicar MMA. En una entrevista con el informe de Ag.Fight, el técnico declaró que no lamentaba la postura en la que se encontraba.
“(Drysdale) me dio un lugar para vivir cuando lo necesitaba, por lo que no tuve que vivir en mi automóvil. De hecho, no quería tener nada que ver con MMA hasta que llamé a su puerta y pensé: ‘Hola, hombre. Necesito ayuda y quiero que me entrenes. No hizo nada más que estar allí para mí y hacer todo lo que pueda por mí. Entonces, para que la gente diga que estaba equivocado en esta situación, literalmente no hay debate ni discusión al respecto. Al final, yo soy quien paga y eso es lo que quería que hiciera. Era lo que esperaba que él hiciera y si estuviera acorralando a otra persona, sería lo que haría», agregó.
