La brasileña viene de vencer a la canadiense Felicia Spencer – Diego Ribas
La práctica común en todas las ediciones no solo del UFC, sino de cualquier evento de pelea supervisado por las comisiones deportivas locales, es emitir la lista de suspensiones médicas, que generalmente toma a los fanáticos desprevenidos. Después de todo, a veces los luchadores visiblemente lesionados reciben suspensiones más pequeñas que los atletas que, a simple vista, parecen estar listos para un mayor combate. Pero, ¿por qué ocurre esto?
Bueno, tales listas se basan en el primer análisis médico realizado en atletas tan pronto como abandonan el octágono, y su misión es estipular un período de seguridad en el que el luchador ni siquiera debe entrenar, y mucho menos competir. Para esto, se usan «márgenes de seguridad» en algunas lesiones, siempre que la recuperación pueda ser normal y prolongada, siguiendo el patrón de una «persona normal» y no un atleta de alto rendimiento.
Por ejemplo, Amanda Nunes, luego de vencer a Felicia Spencer por puntos en cinco rondas de amplio dominio, recibió 180 días de suspensión, a pesar de que parecía intacta al final del duelo. Sin embargo, cuando llegó a la conferencia de prensa realizada por su entrenador, la ‘Leona’ indicó que una vieja herida la estaba molestando nuevamente.
Con un hematoma en la pierna derecha, utilizada varias veces para patear a su rival, la campeona deberá ser liberada por un ortopedista posterior a someterse a una radiografía en la tibia y el peroné, si quiere volver a entrenar antes de la fecha límite estipulada.
Por su parte, la retadora Felicia Spencer, recibió el mismo tiempo de seis meses y solo podrá disminuir el tiempo que estará ausente si cuenta con la aprobación de un especialista, que analice la fractura sufrida en el hueso de la órbita.
En tanto, esta realidad sobre la reducción de las suspensiones médicas es tan común que el brasileño Gilbert ‘Durinho’, quien venció a Tyron Woodley a finales de mayo, sería suspendido del entrenamiento, en teoría, hasta el 21 de junio. Sin embargo, el atleta ya tiene un contrato firmado para competir el 11 de julio, en el debut de la ‘Isla de la Lucha’, cuando disputará el título del peso welter (77 kg).
Y a juzgar por la importancia del duelo y la tarjeta para la organización del espectáculo, es poco probable que el luchador, de hecho, no esté clínicamente autorizado para competir. Su suspensión, como el de los demás, es «exagerado» para que el atleta pueda garantizar su seguridad independientemente de la realidad del tratamiento que pueda encontrar.
