Usman y Colby pelearon una guerra real durante UFC 245 – Rigel Salazar / PXImages
Desde que se unió a Ultimate en 2015, Kamaru Usman nunca se enfrentó a un rival que llegara a representar un peligro real para él dentro del octágono. Eso cambió en su última actuación cuando el campeón de peso welter (77 kg) se enfrentó a Colby Covington, en UFC 245, en diciembre pasado. En una confrontación equilibrada llena de desacuerdos externos, el nigeriano salió victorioso y defendió con éxito su cinturón. Poco más de un mes después del duelo, ‘La pesadilla nigeriana’ dejó de lado la rivalidad y elogió al hablador estadounidense.
Participando en el podcast ‘Joe Rogan Exeperience’, Usman elogió el desempeño de su oponente en la confrontación entre los dos. Según el nigeriano, el partido fue tan disputado que, por primera vez en su carrera, el campeón no estaba convencido del triunfo durante el intervalo de las cinco rondas programadas.
«Sabía que era duro porque por primera vez en la historia les pregunté a mis entrenadores: ‘¿Gané esta ronda?’ Nunca antes había hecho eso en mi carrera. Soy el tipo de hombre, incluso cuando estaba en la lucha libre, el tipo de hombre al que le gusta anotar con tiempo libre. No me gusta dejar ninguna duda de que gané la ronda, siempre dominaré, aseguraré que gané. En mi mente, sé que gané, no necesito preguntar, pero por primera vez en mi carrera me volví (a mi esquina) y pregunté: ‘¿Gané esta ronda?'», admitió Kamaru, antes de «quitarse el sombrero» por ‘Chaos’.
“Realmente demostró lo bueno que es. Respeto donde creo que debería. No es ‘enemigo’. Sé que este chico sabe pelear, sé que es bueno y duro. Lo conozco como competidor. Sabía que vendría con todo para competir. Mentalmente, creo que estoy un nivel por encima de estos tipos, por todo lo que he pasado y hecho en mi vida. Esto me convirtió en el hombre que soy hoy”, agregó el nigeriano.
La pelea entre Colby y Usman fue tan emocionante que los dos atletas están actualmente fuera debido a las lesiones sufridas en el partido. Kamaru se lastimó la muñeca, mientras que Covington se rompió la mandíbula. Todavía no hay expectativas de volver a los octágonos para ninguno.
