Sólo al ser declarado ganador la ‘ficha’ de Rodolfo pareció haber caído – Leandro Bernardes
Rodolfo Vieira, uno de los peleadores de jiu-jitsu más condecorados en la actualidad, es relativamente nuevo en el MMA, con sólo seis peleas profesionales. El debut del brasileño en el UFC fue este pasado sábado, en evento celebrado en Montevideo, la capital de Uruguay. Y no podría haber sido mejor: el multicampeón en arte suave finalizó a Oskar Piechota en el segundo round. Pero el triunfo no llegó sin miedo, como él mismo lo reveló.
Durante conferencia de prensa en la zona mixta en el Antel Arena, en la cual participó Ag. Fight, Rodolfo explicó que el miedo es parte de su carrera como atleta profesional, aunque no ha socavado ningúno de los pasos de su exitoso carrera en el jiu-jitsu. Según el peso medio (84 kg), en las artes marciales mixtas este sentimiento se presentó de manera diferente.
“Es una pregunta difícil: ‘Cómo lidiar con el miedo’. Es un gran desafío llegar a este octágono para pelear MMA. Siempre tuve mucho miedo en el jiu-jitsu, que es un deporte mucho más tranquilo, y logré tener una gran carrera, incluso con todo ese miedo. En MMA fue aún peor, pero confío mucho en Dios y siempre le pido mucha fuerza y coraje para venir aquí y encarar. Y todo lo que hago es esto: entreno todos los días para mejorar, llego allí adentro, me entrego en las manos de él y voy, simplemente voy», dijo, antes de recordar algunas situaciones en las que sintió miedo en su preparación para el debut en el Ultimate.
“Fueron muchos momentos. Los entrenamientos son terribles. Los días de entrenamiento, la parte de la dieta, la pérdida de peso de la semana del campeonato es muy mala, pero creo que es peor llegar aquí para pelear. Es un sentimiento que espero mejore con el tiempo”, añadió.
Vieira también recordó un incidente en 2018 durante la pelea contra Jacob Holyman-Tague en ACB cuando sufrió un corte en el área del ojo izquierdo y estaba angustiado, ya que nunca había experimentado una situación similar. Incluso fue golpeado por una patada de Piechota en Uruguay, pero siguió adelante.
“Esta es mi cuarta pelea, sucedió, recibí un rodillazo, corté profundamente como el infierno. Logré ganar incluso en la primer round. Aquí también, pero fue mi error. Entré, él fue a patearme y me pegó un rodillazo en el ojo. Gracias a Dios me pego en el ojo, porque si me hubiera pegado en la barbilla ya me habría dejado inconsciente y tendido allí. Pero eso es todo: me alegra que todo haya ido bien, haber podido imponer mi juego, haber podido dejarme un poco más en pie. El cielo es el límite”, agregó.