Luego de ser sometida por la campeona Amanda Nunes en el primer asalto de la pelea por el título del peso pluma (145 lb) de la UFC, en marzo, en Las Vegas (EE.UU.), Megan Anderson no tuvo su contrato renovado con la organización y comenzó a ver propuestas. Como todavía no define un nuevo hogar en las MMA, la luchadora se aventura como comentarista de peleas y en el mundo de los juegos, aunque vivió un delicado momento.
En sus redes sociales, Anderson hizo una revelación inquietante. La ex luchadora de la UFC explicó que constantemente sufre fuertes ataques de los ‘haters’, sin embargo, esta vez, las ofensas fueron más allá de los límites. La australiana informó que la amenazaron con violarla y, valientemente, pidió que parte de los ‘gamers’ cambiaran su comportamiento en el entorno virtual. Vale la pena señalar que Megan es solo una de las muchas mujeres en el mundo de los videojuegos que se quejan de lo tóxica que es esta comunidad para las representantes femeninas.
«Esto no es correcto. Alguien me amenazó con violarme. Podrías pensar que soy fea, una luchadora terrible, terrible en ‘Call Of Duty’. No es necesario que te guste, pero hazlo mejor que eso. Experimento el acoso y el acoso cibernético todos los días como ‘jugadora’, y eso no está bien. Necesitamos hacerlo mejor”, escribió en su cuenta de Twitter.
La ex campeona de Invicta FC, Megan Anderson, de 31 años de edad, terminó su tiempo en la UFC con tres victorias y tres derrotas. En su carrera, que comenzó en 2013, la peso pluma ganó 11 combates, nueve de ellos por la vía rápida, y perdió en cinco oportunidades.
El futuro de la atleta en las MMA aún es incierto, pero la luchadora está libre en el mercado y está analizando opciones. La prensa especializada especula que Bellator e Invicta FC lideran la carrera para contratar a la oceánica.