Después de sufrir una grave lesión en el tobillo izquierdo al finalizar la primera ronda de la disputa contra Dustin Poirier, válida para el evento principal de UFC 264, el pasado sábado (10), Conor McGregor fue sometido a una cirugía que duró unas tres horas el domingo en el hospital Cedas-Sinai, en Los Ángeles (EE. UU.), donde fue trasladado inmediatamente después del cierre del evento en Las Vegas.
Según el mánager del luchador, Audie Attar, a través de un comunicado oficial compartido en sus redes sociales, la cirugía fue un éxito y los médicos creen en su completa recuperación y su regreso a los octágonos. El propio McGregor también habló después de la cirugía, en su cuenta de ‘Twitter’, revelando que necesitará estar en muletas durante seis semanas y mostrando optimismo en su recuperación.
“¡Acabo de salir de la sala de operaciones, muchachos! ¡La cirugía fue excelente! ¡Me siento increíble! ¡Seis semanas con muletas y volvemos a construir! ¡Vamos allá! Dios los bendiga”, escribió McGregor.
“Conor se está recuperando después de tres horas de cirugía. La cirugía fue exitosa reparando fracturas en su tibia y peroné. Entre sus médicos se encontraba el Dr. Neal El Attrache de Kerlan-Jobbe. El Dr. Milton Little de Cedars-Sinai, cirujano ortopedista y traumatólogo de Conor desde hace mucho tiempo. Ambos médicos confían en que con el tiempo se recuperará por completo. Esperamos que vuelva al octágono”, comunicó el técnico del irlandés.
Protagonista principal del UFC 264, celebrado el pasado sábado en Las Vegas, Conor McGregor se enfrentó a su rival Dustin Poirier por el tercer capítulo de la trilogía entre ellos, cuando sufrió una grave lesión en su tobillo izquierdo. Al intentar apoyarla en el suelo tras aplicar un golpe, el irlandés -ex campeón de peso pluma (145 lbs) y ligero (155 lbs) de la UFC- sufrió una fractura que le impidió continuar en la pelea, dándole la ventaja en la rivalidad a Poirier e interrumpir, aunque sea momentáneamente, su sueño de recuperar el cinturón de peso ligero.
