Tras el anuncio de Jake Paul de que Tommy Fury estaba fuera de la pelea entre ellos, prevista para el 18 de diciembre, en Florida (EE.UU.), por un problema físico, quedó la duda sobre la lesión del británico. Sin embargo, el hermano de Tyson Fury no tardó en presentarse para explicar su ausencia en el ring de boxeo.
En un comunicado de prensa, Fury reveló que se había roto una costilla y tenía una infección en el pecho y, por lo tanto, no podría desempeñarse adecuadamente. Además, el peleador admitió la frustración de verse obligado a abandonar un duelo que tanta expectación generó entre los fanáticos, y admitió a sus fanáticos para que este choque se reprograme para el 2022.
“Estoy absolutamente desconsolado porque me vi obligado a renunciar a mi pelea con Jake Paul debido a una infección bacteriana en el pecho y una costilla rota. El comienzo de mi campamento fue asombrosamente bien y nunca esperé nada más que una victoria el 18 de diciembre. No puedo expresar lo decepcionado que estoy y realmente espero que podamos reprogramar esta pelea el próximo año. Quiero que esta pelea suceda más que nada. Ahora, desafortunadamente, me estoy enfocando en la recuperación y reprogramando la fecha (de la pelea)”, detalló.
Con la salida de Tommy Fury, Tyron Woodley fue elegido para reemplazar al europeo y ahora tiene la oportunidad de ‘vengarse’ de Jake Paul. En agosto de este año, el excampeón del peso wélter de la UFC fue derrotado por el youtuber por decisión dividida de los jueces.
Por su parte, Tommy Fury, de 22 años de edad, aún tiene poca experiencia en el boxeo profesional, acumulando, hasta el momento, un récord en la modalidad de siete victorias y ninguna derrota. Por tanto, una pelea frente a Jake Paul atraería aún más visibilidad y dinero para los británicos, debido a la popularidad que ha logrado el estadounidense en sus duelos en el arte noble.